Futuro sostenible con placas solares en Madrid

Está claro que Madrid es una de las ciudades más grandes, más variopintas y tal vez más interesantes de Europa. La calidad de sus servicios, sean cual sea dichos servicios, a menudo es innegable, y es uno de los motivos por los que muchas personas acaban por mudarse a la capital. Ahora bien, en los tiempos que corren, y específicamente si tenemos en cuenta las características que han marcado el progreso en Europa desde la primera Revolución Industrial, no cabe duda de que el exceso de gente y de servicios se traduce, en la mayor parte de los casos, en contaminación. La nube de polución que cubre la capital no es nueva ni acaba de aparecer, lleva ya mucho tiempo allí, y el objetivo, mejor a corto que a largo plazo, es que desaparezca. ¿Cómo? Abrazando con osadía los cambios de consumo valientes que disminuyan las emisiones nocivas. Por ejemplo, abrazando la instalación de placas solares en Madrid.

¿Sustituir los combustibles fósiles, actualmente tan encarecidos por culpa de las consecuencias internacionales de la guerra de Rusia a Ucrania, y por extensión sustituir la electricidad por energías renovables, acabará de un plumazo con la contaminación madrileña? La respuesta corta es no. La respuesta elaborada es no, pero desde luego se notará el descenso de la nube tóxica y será un buen paso, un paso muy importante, en la buena dirección. Porque,  diferencia de la pandemia del coronavirus y de cualquier otra pandemia histórica, el cambio climático no llegará a término en algún momento, sino que irá a peor a menos que se haga algo en el ámbito más local posible. Algo, repetimos, como colocar placas solares en Madridcomo uno de los principales medios de consumo energético.

Está claro que el cambio deberá ser progresivo a pesar de todo. Si queremos aspirar a que la población entienda que es lo mejor, hace falta una labor de concienciación previa, durante y aun después. A fin de cuentas, hablamos de una sustitución futura completa de la electricidad por paneles solares en Madrid, y no puede hacerse de la noche a la mañana. Pero las consecuencias serán positivas.