Opciones de ahorro en sanidad pública y privada
El ámbito de la sanidad pública en España está de capa caída. Aunque se espera que el fin de años interminables de gobierno del Partido Político subsanen en cierto modo esta situación, no es sencillo en absoluto arreglar el desaguisado causado por los recortes en un área de derechos tan fundamentales.
Aquí y allá se critica el copago sanitario, o la obligación de financiar periódicamente tratamientos que deberían ser gratuitos; las listas de espera interminables, las cuales ponen en un riesgo inmediato la salud y la vida de personas en situaciones críticas; o la influencia cada vez mayor del sector público, que no solo se ha adueñado de un sector tan crucial como lo es el de la salud odontológica de la población española en todas sus comunidades.
Mientras aguardamos a que el actual Gobierno de Sánchez escuche las exigencias de las personas más afectadas por el servicio sanitario público actual, es inevitable que los ciudadanos tengamos que dedicarnos a buscar alternativas más o menos económicas par financiar nuestros tratamientos.
En el ámbito de la odontología privada, por ejemplo, existe la posibilidad de acogerse a tarjetas sanitarias dentales según seguro médico, lo que reduce los precios de los tratamientos normalmente al 50% de su precio total. También es posible financiar las necesidades sanitarias bucodentales más caras o acogerse a planes específicos. La financiación mediante préstamos rápidos es uno de ellos.
Pero en el ámbito de la salud en general no lo tenemos mucho más fácil. Si por ejemplo deseamos acudir a un psicólogo de la Seguridad Social, debemos asegurarnos de que estamos empadronados en el barrio o municipio donde se encuentra el centro de salud al que tendríamos que ir.
Los fármacos en sí, por suerte, son baratos cuando están cubiertos casi en su totalidad por la Seguridad Social, pero en general la calidad del servicio deja mucho que desear.
Si acudimos al sector público en busca de tratamientos más efectivos, siempre podemos emplear los talonarios de nuestro seguro médico para reducir los precios iniciales. Está por verse cómo mejorarán los principales inconvenientes de la sanidad pública en el futuro.