Contextuales
15 de Diciembre de 2022 | 11:51
Seguridad y Vigilancia

Cámaras de vigilancia, útiles y necesarias

Algunas personas consideran paranoicas en demasía a otras que se preocupan de la seguridad en el hogar o en el negocio. Quizá porque, en sus vidas, nunca se han sentido realmente amenazadas por la posibilidad de un allanamiento de morada o un robo. Pero no todos los hogares se sitúan en pisos altos y en edificios con su propia videovigilancia, y no todos los negocios se encuentran en avenidas concurridas incluso de noche. En esos casos, es perfectamente entendible que individuos o familias, tenderos o empresarias, tomen la decisión de invertir una buena parte de sus ahorros o ingresos en alarmas conectadas con la policía, rejas o puertas de aluminio automáticas y, por supuesto, cámaras de vigilancia analógicas o digitales. Todos estos recursos son igualmente importantes y complementarios entre sí, pero quizá las mencionadas cámaras merecen especial consideración.

El motivo es simple: las puertas disuaden a los ladrones y las alarmas contactan con las autoridades, pero solo una cámara incluye la potencial posibilidad de grabar al culpable de un delito contra nuestras propiedades o, peor aún, contra nuestra seguridad. Por lo tanto, instalar como mínimo una en una zona estratégica de una tienda u oficina, o en nuestras habitaciones en casa si vivimos en un primer piso o en un bajo en barrios especialmente solitarios de noche, o aun de día, es la mejor decisión que podemos tomar en cuanto a inversión en seguridad. y quizá incluso sea conveniente adquirir este recurso de protección en primer lugar. Por suerte, en lo que a instalación de cámaras de seguridady elección de modelos óptimos se refiere, no nos faltan tiendas, tanto las especializadas en seguridad en general, como en videovigilancia en particular. Muchas, de hecho, se encuentran fácilmente accesibles en internet.

La pregunta que tal vez nos haga pensar demasiado es la siguiente: ¿Qué cámara elegir? Hemos hablado de opciones analógicas y digitales, unas más tradicionales, otras más ligadas a la tecnología moderna, como las cámaras CCTV. Lo cierto es que cualquiera de ellas cumplirá con su propósito fundamental: grabar y vigilar. Lo demás, depende de cuánto queramos invertir. Pero, al menos, deberíamos tener una.