El dilema para escoger el traje de novio perfecto

Resulta curioso que, en ocasiones, a la hora de organizar una boda lo que más difícil nos resulta es escoger los trajes para novios y los vestidos de la novia. En cierto modo tenemos claro dónde acontecerá la ceremonia, dónde celebraremos el banquete e incluso qué grupo de música o qué canciones sonarán; pero el atuendo que llevaremos, en cierto modo sencillo, porque conocemos nuestros gustos personales tanto como nuestra pareja conoce los suyos, nos puede conducir por el camino de la amargura y dejarnos durante días sumidos en la más absoluta incertidumbre.

En realidad, este hecho, que a simple vista parece ilógico, tiene todo el sentido del mundo. Queremos estar despampanantes, tanto que dudamos entre cientos de miles de los modelos que nos puede ofrecer cualquier buena sastrería a medida de Barcelona o de cualquier ciudad en la que nos encontremos y donde queramos casarnos. Es más, hoy en día no es solo la novia la que sufre por esto, sino el novio, ya que los tiempos han cambiado y también ellos desean lucir tan impresionantes como ella, con chaquetas coloridas, chalecos estampados y complementos originales. En cuanto a ella, ya ni siquiera dispone solo de la opción del blanco roto como color nupcial por excelencia, sino de tonos negros, rojos, etc.

La diversidad es bonita, y más en algo tan bonito y excepcional como un traje para boda. Queremos que los trajes barrocos vayan a juego con la decoración de la celebración de nuestra boda, o que incluso destaquen más. En tiempos de pandemia, de hecho, deseamos que el uso de la mascarilla obligatoria no empañe el recuerdo, y podemos incluso diseñar mascarillas bonitas que vayan a juego tanto en diseño como en color.

En cualquier caso, no tenemos ninguna prisa, podemos tomarnos todo el tiempo que necesitemos, tanto nosotros como la persona con la que nos vamos a casar, para escoger aquellos vestidos a medida que sean realmente memorables. A fin de cuentas, ¿Quién dijo que una boda es solo un trámite legal? Todo lo contrario, es el día más feliz de nuestra vida, o debería serlo.