Hábitos que te ahorrarán mas de unos cuantos euros
Para nadie es un secreto que el día a día conlleva cientos de cuentas que se deben sacar en todo momento; transporte, alimentación, cuentas, servicios, telefonía y un sinfín de cosas que componen nuestra cotidianidad y golpean continuamente nuestro presupuesto. Sin embargo, existen también un montón de hábitos que solemos pasar por alto que también contribuyen a nuestra falta de fondos. A continuación se comparte una lista de pequeñas modificaciones conductuales que pueden ayudar a ahorrar unos cuantos (bastantes) euros al mes con tan solo volverse conscientes de las mismas.
Luces, televisores, cargadores y básicamente cualquier pequeño artefacto con un bombillo que se mantenga prendido todo el tiempo, que no son pocos los que tenemos en casa son uno de esos factores pasivos que incrementan silenciosa pero sostenidamente nuestra factura de luz. Si bien esto podría parecer una de esas advertencias que leemos en los folletos de Greenpeace, lo cierto es que se ha demostrado que con el solo hecho de desconectar los dispositivos que no se estén utilizando el monto de las facturas de luz baja de 10% hasta un extraordinario 15%.
Aprender a cocinar no viene para nada mal. Es bastante fácil tomar un filete completo de carne y ponerlo a la plancha, hacer un poco de arroz y listo. Sin embargo este tipo de hábitos le vienen fatal al presupuesto de comida debido a que el alto consumo de carnes, sean cuales fueren, también es un rudo golpe al bolsillo. Resulta que aprender a tomar solo unas porciones de ese enorme filete y saltearlo con vegetales, con contornos de ensalada y buena bebida, además de hacer maravillas por el sistema digestivo de una persona también cuidan muy bien su bolsillo debido a que de esta manera estaría usando un solo filete para hacer una enorme cantidad de platillos para varios días en lugar de comerse el filete entero de una sola vez.
¡Aprende a respetar tus tarjetas de crédito! Y no es broma. Si bien recurrir a préstamos con Asnef y financiamientos no es un crimen capital, y puede de hecho ser de mucho provecho económico (y siendo honestos, también para complacer caprichos personales que no vienen nada mal de vez en cuando) , lo que de hecho si es una actitud bastante reprobable es la compulsión de recurrir a créditos y cuotas larguísimas de manera seguida. Seguramente se podría pensar que esas pequeñas cuotas por años no pesarán, pero cuando ves que terminas pagando hasta el 200% del valor original del producto una y otra vez es cuando te das cuenta del peso que esto realmente representa.