Imagina una vida sin electricidad

¿Alguna vez se nos ha pasado por la cabeza que sería de nosotros sin electricidad?

Por si nunca lo han pensado porque, simplemente, solo echamos de menos las cosas cuando no las tenemos, propongo que pienses en aquella vez que, por el motivo que sea, hubo un apagón. Inmediatamente, y después de las quejas habituales ante el fallo eléctrico, vamos a la búsqueda de velas. Las velas iluminan a duras penas la casa, pero, dejamos de tener agua caliente, no podemos ver la televisión, ni escuchar música, y ya no digamos si el móvil tenía la batería bajo mínimos, no podemos cocinar, ni lavar la ropa, ni usar el ascensor… y así, si seguimos, infinidad de cosas que hacemos, en el día a día, quedarían en pausa.

Cuando pasa más tiempo del que creíamos, nos vamos enfadando más y más, aun sabiendo que en cualquier momento podremos disponer, de nuevo, de suministro eléctrico. Imaginen por un instante, que se acabó para siempre la electricidad…

Es cierto que costear el consumo eléctrico se nos hace cuesta arriba, sin embargo, se puede ahorrar en la factura de la luz. El ahorro de luz en empresas y el ahorro de consumo eléctrico en el hogar, es posible. 

Una gran mayoría, ya hacemos caso de las recomendaciones generales para ahorrar en la factura de la luz, pero si queremos lograr un mayor ahorro de energía, lo más conveniente es dirigirnos a una asesoría energética, donde a través de un profesional experto en suministro y consumo eléctrico, obtendremos las pautas de actuación para conseguir un significativo ahorro de luz en empresas y en el hogar. 

Las medidas generales, que casi todos ya conocemos, ayudan al ahorro de energía pero no son suficientes.

Un asesoramiento adecuado sobre el ahorro de consumo eléctrico y seguir las recomendaciones, es la solución a un verdadero ahorro de luz. Un ahorro de luz que va en nuestro propio provecho, pero también, y no menos importante, estaremos contribuyendo a minimizar el deterioro medioambiental. Un planeta sostenible, mayor y mejor estado de bienestar y una importante reducción en el coste de la factura de la luz. 

Muchos pocos hacen un mucho. La crisis energética está y cada uno de nosotros podemos aportar nuestro granito de arena para evitar una cuestión que podría llevar a las próximas generaciones a esa situación con la que hemos comenzado este artículo.

Ahorrar energía, sin perjudicar el bienestar.