Contextuales
29 de Enero de 2019 | 11:13
Alimentación, comidas y recetas

Las tartas y los dulces siempre son estéticos.

En internet hay innumerables tutoriales que enseñan cómo hacer tartas, dulces y pasteles de mayor o menor complejidad. También tienen mucho éxito las revistas de repostería, en las cuales esa dificultad suele quedar reflejada mediante estrellas o puntuaciones. Algunas editoriales incluso comercializan cursillos de repostería para personas adultas y para niños, siempre enfocados estos últimos a que los niños en cuestión cuenten con la ayuda de un adulto. Todo esto nos indica algo muy obvio: hacer repostería es divertido. Difícil en ocasiones, pero muy entretenido. Ello se debe a que probablemente sea la modalidad de cocina más creativa de todas, pues no solo implica saber hacer mezclas y creaciones deliciosas, sino estéticamente bonitas.

Algunas personas podrían pensar que dicho cuidado estético y creativo solo se encuentra en pastelerías artesanales, y no en fábricas de pastelería. Eso es verdad hasta cierto punto. Naturalmente, una pastelería artesanal no vende pasteles y dulces de industria, sino tartas caseras, con lo cual siempre es bonito comprar directamente del artista repostero sus creaciones culinarias más exquisitas. Sin embargo, las recetas de una fábrica no nacen de la nada. Los escaparates de cualquier pastelería industrial de Madrid son tan coloridos, bonitos y atractivos como los de cualquier pastelería familiar o artesana de a pie. Eso significa que una persona experta en repostería está detrás de las tartas comercializadas en este tipo de industrias.

Otro ejemplo muy evidente son los roscones de Reyes. Sí, hay roscones elaborados sobre la marcha en pastelerías familiares, y destacan porque al ser de pastelerías pequeñas son sin duda únicos, o al menos solo es posible encontrarlos allí. No obstante, en las grandes superficies también hay roscones elaborados con mucho mimo y detalle, y los regalos del interior tampoco son menos. Es importante preservar las pastelerías familiares y los negocios que pertenecen a pasteleros expertos, pero no por ello hay que denostar la repostería de industria. En todo podemos encontrar belleza, y los escaparates de las pastelerías que venden pasteles y dulces en masa son un claro ejemplo de ello. Además, a los niños les encantará vengan de donde vengan todos ellos.