Más gastos que ingresos
Nuestra vida, en general, está llena de gastos, gastos y más gastos. Desde el mismo momento en que la nómina se ingresa en nuestra cuenta, comienza a disminuir con el pago de los gastos periódicos que todos tenemos cada mes, pago de la hipoteca, la comunidad de propietarios, la factura de la luz y del agua, etc; y si a los pagos periódicos y obligatorios, unimos los imprescindibles gastos del supermercado y otros menos imprescindibles, como las compras en tiendas de moda, electrónica… más algun que otro extra, como la compra de un electrodoméstico que dejó de cumplir sus funciones, o una reforma en el cuarto de baño o en la cocina… llega el irremediable momento en el que los gastos suman más que los ingresos.
Y cuando surge un gasto extra al que no vemos la forma de afrontar con nuestra cuenta corriente ¿qué podemos hacer? ante un contratiempo económico, en ocasiones, echamos mano de la familia, si es que la familia puede ayudarnos, claro está; y otras veces, buscamos financiación a través de una entidad bancaria o por medio de financiación privada que opera por internet.
Los minicréditos son un medio más rápido y más sencillo, con menos preguntas y sin necesidad de presentar como única opción para demostrar que podemos hacernos cargo de la devolución, de una nómina, sino que sirve cualquier ingreso periódico demostrable; es más, algunos de estos créditos rápidos online, facilitan la concesión de préstamos con Asnef y nómina y, ya todos sabemos, lo complicado que es obtener un préstamo cuando figuramos en lista de morosidad.
Los prestamistas que operan en internet y que ofrecen minicréditos rápidos se pueden encontrar en un comparador de créditos; un comparador de créditos, a través del cual, podemos hacer una búsqueda selectiva de lo que queremos en cuanto a la cantidad de efectivo que necesitamos, plazos de reembolso, tipo de interés, con o sin nómina… de esta manera, comparar entre los que cumplen con nuestros requisitos simplifica la tarea de elegir; una vez hemos seleccionado el préstamo o el crédito que nos interesa, un simulador de préstamos, nos dará el precio final que tendremos que devolver a la finalización, el coste que se indica es exactamente el que deberemos pagar, ni un céntimo de más, ni un céntimo de menos. Saber lo que nos va a suponer pedir un crédito, nos sirve para hacernos una idea de si vamos a poder devolverlo sin problema o, por el contrario, tenemos que seguir con la búsqueda. Es más, hay prestamistas que ofrecen a sus primeros clientes, minicréditos rápidos gratis por ser su primera solicitud, es decir, devolvemos sólo y exclusivamente, la cantidad que la entidad financiera nos prestó.
Intentar ahorrar lo máximo posible es fundamental para salvar la economía familiar, pero no siempre se pueden cubrir unos gastos inesperados con los ahorros que hemos ido acumulando, con mayor o menor esfuerzo.
Por ello y, si a pesar de ser lo suficientemente responsables para tener conciencia de ahorro, intentado minimizar o eliminar los gastos innecesarios, así como reducir lo máximo posible el consumo de electricidad con una tarifa adaptada a nuestras necesidades, no encendiendo luces cuando no es imprescindible, apagando los aparatos eléctricos y electrónicos cuando dejamos de utilizarlos, optando por bombillas de consumo responsable frente a las tradicionales…, si a pesar de todo esto, no disponemos de efectivo para un imprevisto, por lo menos sabemos que hay soluciones que nos pueden ayudar en estos momentos puntuales.
La responsabilidad financiera en la vida familiar es sumamente importante para disfrutar de una economía saludable. Con motivo de este tema, nos vamos a permitir la licencia de compartir una lección que viene del ya fallecido psiquiatra, experto en psicología transpersonal, y que no es otro que Claudio Naranjo, quién nos dejó esta enseñanza que viene al hilo de la responsabilidad: “La responsabilidad no es un deber sino un hecho inevitable. Somos los actores responsables de cualquier cosa que hacemos. Nuestra única alternativa es reconocer tal responsabilidad o negarla. Y darse cuenta de la verdad, nos cura de nuestras mentiras. “
Así pues, estas líneas sobre el sentido de la responsabilidad, de forma general, podemos aplicarlas a los distintos aspectos y situaciones de nuestra vida. Responsabilidad en el trabajo, en la economía, en el amor, en la familia, en el deporte…, siendo plenamente conscientes de que la responsabilidad de un acto, sea el que sea, solo recae y pertenece a quien realiza dicho acto, en ningún caso, debemos echar balones fuera y culpar a un tercero; siendo el tercero, la economía consumista, la crisis financiera global, los políticos, el capitalismo, la pajera, el jefe, el amigo…
Dicho lo cual, si nos enfrentamos a un contratiempo por falta de liquidez para solventar una situación puntual, busquemos la solución para arreglar dicho contratiempo, en ningún caso, para empeorarlo; y aquí, es donde entra de nuevo el aludido sentido de la responsabilidad.