¿Quieres instalar rejas en tu casa de Madrid?

La seguridad es lo primero. Esta frase es básica, pero nos hace pensar normalmente en situaciones sociales públicas. Por ejemplo, los protocolos sanitarios de la pandemia, como la ya familiar mascarilla o el lavado de manos antes de entrar en locales y comercios varios. También, las cámaras de vigilancia y las alarmas conectadas a la policía en edificios gubernamentales y administrativos, bibliotecas o centros comerciales. Sin embargo, el primer lugar en el que la seguridad importa, por encima de todos los demás, es el hogar. Es nuestra zona de confort, donde desconectamos del mundo, y por ello es importante percibirlo también como un santuario.

Pero no siempre es posible. Madrid, por ejemplo, es una ciudad tan grande, tan masificada, que algunos pisos pueden crearnos una sensación de inseguridad, como los bajos de fácil acceso desde una ventana en barrios poco transitados al caer la noche. ¿Qué hacemos entonces? Mudarnos seguramente no sea una opción ni deseable; sin embargo, adquirir e instalar rejas en Madrid, sí lo es. Habremos visto rejas de seguridad en casas ajenas cientos de veces y seguramente habremos entendido su cometido al darnos cuenta de lo fácil que sería para nosotros atravesar una ventana sin ellas. Justo eso es lo que no queremos que otros piensen y hagan con nuestra casa.

El servicio de instalación de rejas en Madrid no se diferencia demasiado del que podemos encontrar en cualquier otro núcleo urbano. Pero, como ya hemos dicho, percibimos las grandes ciudades de una manera diferente, sobre todo si procedemos de ciudades más pequeños o de pueblos en los que normalmente las medidas de protección extraordinarias no son necesarias. Seguramente vivíamos sin tener en cuenta rejas, cerraduras reforzadas o las terrazas de aluminio de Madrid, que también son una opción a tener en cuenta en balcones.

En definitiva, podemos estar tranquilos si entendemos esto: es posible vivir con absoluta seguridad en Madrid, una urbe ya de por sí fascinante y llena de posibilidades. Pero si para conseguirlo tenemos que invertir un poco en el refuerzo del hogar, mejor. Porque, al final, no hay nada como sentirse a salvo.