Ventajas de un curso de inglés para empresas
Una modalidad de aprendizaje de idiomas que se ha popularizado en los últimos años son las clases de inglés para empresas. No hay un solo motivo de este hecho, sino varios que interactúan de manera estrecha entre sí. Para empezar, los cursos contratados para una empresa concreta son, por definición, personalizados. Es decir, la enseñanza básica de la gramática y el léxico de la lengua inglesa no son genéricos, como ocurre en las academias convencionales, sino que normalmente se basan en programas específicos adaptados a las necesidades básicas e inmediatas de la empresa en cuestión. Así, una empresa de marketing turístico con amplias necesidades de comunicación directa con clientes angloparlantes, se sustentará sobre la enseñanza del inglés para atención al cliente y del glosario específico de la mercadotecnia, la publicidad y el mundo digital.
Por otro lado, los cursos de inglés para trabajadores, al estar enfocados por fuerza a grupos pequeños de personas, son fluidos y normalmente garantizan que todas las personas participantes, sin excepción, participen y aprendan. Esa participación es esencial si, por ejemplo, se pretende practicar la competencia conversacional, importante, en el universo de los negocios, en situaciones tales como almuerzos de trabajo con colegas extranjeros, por poner solo un ejemplo de muchos. Sin duda, no es igual practicar la conversación en inglés en grupos de veinte personas o más, que en otros de cinco, diez o, como mucho, quince personas. En estas circunstancias, la igualdad de condiciones será absoluta y hasta los y las trabajadores/as más tímidos/as se atreverán a practicar, con extraordinarios resultados en todas las ocasiones.
Por último, no podemos olvidarnos de la ventaja fundamental para todas las partes: el precio. La formación específica de idiomas para empresas es rentable, en el sentido de que los trabajadores aprenderán, todos a la vez, sistemas de comunicación esenciales para llevar a cabo un buen trabajo, y ello se notará en los resultados a medio y largo plazo. En cuanto a los empleados, tener la oportunidad de aprender inglés en su espacio de trabajo en lugar de matricularse en academias, es positivo para su bolsillo y, por supuesto, también para su comodidad.